Puente Belcan sobre el Haulover Creek, Belize City |
Puente Hawkesworth sobre el río Macal en Cayo |
Estructura de hierro sobre el río Nuevo, en Orange Walk |
Artículo/Article/Artigo
Los puentes que unen a un país (26/jul/10)
PUENTES QUE UNEN A BELICE.
Jorge Luis Hidalgo Castellanos
La ortografía y los innumerables ríos que corren por todo el país requieren de algo simple: puentes; pasos sobre los cauces que permitan enlazar a un distrito con otro, a una población con su vecina o a dos naciones como México y Belice en el norte de esta última.
De hecho, un puente es el que da la bienvenida al visitante que llega a Belice desde México, después de pasar por Subteniente López, un pueblito de Quintana Roo, otrora llamado Santa Elena, mexicana decían algunos, para diferenciarla de la británica que estaba al pasar el río Hondo. Este es un puente que data de 1964, de dos carriles, como casi la mayoría de los que hay en Belice. A partir de ahí, varios puentes facilitaran el camino a lo largo de la carretera del norte que lleva hasta la ciudad de Belice, en el centro del litoral de este vecino de naturaleza hermosa y al que en general desconocemos en México.
Algunos de los puentes que pueden verse en Belice son dos de estructura férrea sobre el río Nuevo, en el libramiento de Orange Walk Town, los puentes “nuevos”, dice la gente, pero están ahí desde por lo menos el año 2004. Más allá otro vinculo que cruza el mismo rio no tiene mayor atractivo y es de concreto armado, justo donde está una caseta de cobro –para recaudar fondos para el mantenimiento del puente- antes de llegar al ingenio azucarero de Tower Hill. Ahí se puede embarcar para ir a Lamanain, la mítica área arqueológica de los mascarones gigantes. Varios otros pasos llegan a pasar desapercibidos por su escaso tamaño, que solo quienes sufrían las inundaciones periódicas aquilatan su valor, como el recién construido puente de Mexico Creek, ya en el distrito de Belice que demoró meses en ser erigido –es el ritmo caribeño, sin duda-, pese a ser pequeño, para los estándares internacionales, claro está. Cuando no existía, la carretera se cubría de agua hasta medio metro, con el peligro que ello representaba no solo al transito sino por los cocodrilos que podían cruzar la vía pavimentada nadando. Un pequeño puente y se solucionó el problema!
Ya en la ciudad de Belice un puente estructural de hierro recibe al conductor y le permite cruzar a baja velocidad a su majestad, el río Belice, que en ese punto se divide en dos, arrojándose por el máximo cauce hacia el mar Caribe y por el menor se convierte en el Haulover Creek que continua por el lado derecho de la carretera y se va abriendo hasta atravesar Belize City para finalmente encontrarse con el Caribe un medio kilómetro después de que lo cruce el puente móvil (Swing Bridge), donde fondean los veleros de los pescadores, en un tierno y suave abrazo que confunde sus aguas dulces con las salobres olas marinas. Este puente se abre o desplaza todas los días a las 6 de la tarde para dejar el paso libre a los botes que regresan de la faena.
Otros dos puentes, el Belcan Bridge y el Belchina Bridge, levantados con donativos de Canadá y China –de ahí los nombres acronímicos- unen las zonas norte y sur de la mayor ciudad beliceña y son los que se utilizan para continuar el viaje hacia el occidente y sur de Belice. Ya en la carretera occidental, el Beaver Dam Bridge se presenta un poco antes de Belmopán y los dos que hay entre Santa Elena y San Ignacio en el distrito de Cayo no pueden dejar de recordarse una vez se ha estado en Belice. Uno es de madera y parece mas un vado sobre el rio Macal, mientras que el otro, el Hawkesworth Bridge, de los más viejos, es de color rojo, colgante y de hierro y queda en lo alto.
En la carretera del sur el puente sobre el río Kendall es conocido hasta por quienes no lo han cruzado porque fue arrasado por la corriente en octubre de 2008 y no ha sido substituido hasta la fecha. Dos puentecitos de un solo carril y que más parecen hechos para ferrocarril, permiten llegar hasta Dangriga por la carretera del Colibrí. Son bucólicos y muy útiles, pero también peligrosos, obligando a los choferes a respetarlos.
Los puente en Belice unen y son parte inherente de las cuatro únicas carreteras y sin ellos, cualquiera de estas vías colapsaría, dejando en la incomunicación terrestre a algunas zonas del país, sobre todo por la abundancia de sus aguas y su agreste territorio.H
PUENTES QUE UNEN A BELICE.
Jorge Luis Hidalgo Castellanos
La ortografía y los innumerables ríos que corren por todo el país requieren de algo simple: puentes; pasos sobre los cauces que permitan enlazar a un distrito con otro, a una población con su vecina o a dos naciones como México y Belice en el norte de esta última.
De hecho, un puente es el que da la bienvenida al visitante que llega a Belice desde México, después de pasar por Subteniente López, un pueblito de Quintana Roo, otrora llamado Santa Elena, mexicana decían algunos, para diferenciarla de la británica que estaba al pasar el río Hondo. Este es un puente que data de 1964, de dos carriles, como casi la mayoría de los que hay en Belice. A partir de ahí, varios puentes facilitaran el camino a lo largo de la carretera del norte que lleva hasta la ciudad de Belice, en el centro del litoral de este vecino de naturaleza hermosa y al que en general desconocemos en México.
Algunos de los puentes que pueden verse en Belice son dos de estructura férrea sobre el río Nuevo, en el libramiento de Orange Walk Town, los puentes “nuevos”, dice la gente, pero están ahí desde por lo menos el año 2004. Más allá otro vinculo que cruza el mismo rio no tiene mayor atractivo y es de concreto armado, justo donde está una caseta de cobro –para recaudar fondos para el mantenimiento del puente- antes de llegar al ingenio azucarero de Tower Hill. Ahí se puede embarcar para ir a Lamanain, la mítica área arqueológica de los mascarones gigantes. Varios otros pasos llegan a pasar desapercibidos por su escaso tamaño, que solo quienes sufrían las inundaciones periódicas aquilatan su valor, como el recién construido puente de Mexico Creek, ya en el distrito de Belice que demoró meses en ser erigido –es el ritmo caribeño, sin duda-, pese a ser pequeño, para los estándares internacionales, claro está. Cuando no existía, la carretera se cubría de agua hasta medio metro, con el peligro que ello representaba no solo al transito sino por los cocodrilos que podían cruzar la vía pavimentada nadando. Un pequeño puente y se solucionó el problema!
Ya en la ciudad de Belice un puente estructural de hierro recibe al conductor y le permite cruzar a baja velocidad a su majestad, el río Belice, que en ese punto se divide en dos, arrojándose por el máximo cauce hacia el mar Caribe y por el menor se convierte en el Haulover Creek que continua por el lado derecho de la carretera y se va abriendo hasta atravesar Belize City para finalmente encontrarse con el Caribe un medio kilómetro después de que lo cruce el puente móvil (Swing Bridge), donde fondean los veleros de los pescadores, en un tierno y suave abrazo que confunde sus aguas dulces con las salobres olas marinas. Este puente se abre o desplaza todas los días a las 6 de la tarde para dejar el paso libre a los botes que regresan de la faena.
Otros dos puentes, el Belcan Bridge y el Belchina Bridge, levantados con donativos de Canadá y China –de ahí los nombres acronímicos- unen las zonas norte y sur de la mayor ciudad beliceña y son los que se utilizan para continuar el viaje hacia el occidente y sur de Belice. Ya en la carretera occidental, el Beaver Dam Bridge se presenta un poco antes de Belmopán y los dos que hay entre Santa Elena y San Ignacio en el distrito de Cayo no pueden dejar de recordarse una vez se ha estado en Belice. Uno es de madera y parece mas un vado sobre el rio Macal, mientras que el otro, el Hawkesworth Bridge, de los más viejos, es de color rojo, colgante y de hierro y queda en lo alto.
En la carretera del sur el puente sobre el río Kendall es conocido hasta por quienes no lo han cruzado porque fue arrasado por la corriente en octubre de 2008 y no ha sido substituido hasta la fecha. Dos puentecitos de un solo carril y que más parecen hechos para ferrocarril, permiten llegar hasta Dangriga por la carretera del Colibrí. Son bucólicos y muy útiles, pero también peligrosos, obligando a los choferes a respetarlos.
Los puente en Belice unen y son parte inherente de las cuatro únicas carreteras y sin ellos, cualquiera de estas vías colapsaría, dejando en la incomunicación terrestre a algunas zonas del país, sobre todo por la abundancia de sus aguas y su agreste territorio.H
Puente de madera cruza el río Macal de Santa Elena a San Ignacio |
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