Cuarenta y un años de cuidar la naturaleza
Publicada en: Diario de Yucatán, el lunes, 15 de marzo de 2010.
Jorge Luis Hidalgo Castellanos
Una de las ONG de Belice que asistió al Congreso Mesoamericano de Areas Protegidas realizado la semana pasada en Yucatán fue la Belize Audubon Society (BAS) cuya Directora Ejecutiva, Anna Domínguez de Hoare, estuvo en la Ciudad Blanca acompañada de Losita Lee, la encargada de las áreas marítimas –entre ellas el famoso Blue Hole– del arrecife coralino de Belice, país que estuvo representado no sólo con miembros de algunas ONG sino con funcionarios del gobierno, incluyendo en el segmento ministerial del congreso encabezado por el titular de la SEMARNAT, a Gaspar Vega el ministro de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Belice quien también es el Vice Primer Ministro en el actual gobierno.
Después de haber mencionado el martes pasado la labor de la FCD, corresponde describir hoy la importante labor de la BAS, organización igualmente dedicada a la proteccion de la naturaleza de este pequeño país rico en biodiversidad y uno de los pulmones del mundo. La BAS es un organismo cuyo objetivo principal es contribuir a que la gente de Belice conviva en armonía con su medio ambiente y se beneficie de él a través del manejo sustentable de sus recursos naturales.
La BAS se constituyó en 1969, como resultado de la iniciativa de Dora Weyer, una británica residente en Belice, y otros interesados que convocaron a una reunión a principios de febrero en lo que había sido la Residencia del Secretario Colonial británico, conocida entonces como the Premier’s Lodge en Belize City y que era la residencia oficial del Jefe de Gobierno; sin embargo George Price, el entonces Premier, no vivía allí –fiel a sus principios y caracteristica humildad- y la destinaba para eventos comunitarios. La BAS se estableció como un capítulo o filial de la Florida Audubon Society (FAS) de Miami, EE UU, conformado por 55 voluntarios, entre ellos el Sr. Price y algunas de sus hermanas –Meg Craig y Lydia Waight- y sobrinos. De hecho un cuñado del hoy Padre de la Patria beliceña, James A. Waight, fue el presidente fundador de la BAS y en su honor se instituyó el premio con su nombre que la BAS otorga anualmente a un conservacionista destacado en una ceremonia que se lleva a cabo usualmente en febrero, mes de su aniversario.
Un destacado aspecto de la BAS, debido a que no existía entonces legislación ni evaluaciones sobre el impacto ambiental, fue su papel en 1971 para impedir el establecimiento de una refinería que se pretendía establecer en el área de Monkey Bay, con una inversión de 150 millones de dólares, fundamentando su posición en la contaminación y deterioro que ocasionaría al medio ambiente y a la calidad de vida de los beliceños; en ello, por supuesto algo habrá tenido que ver el Muy Honorable George Price. En 1973 la BAS se independizó de la FAS y aunque vinculada con otras organizaciones Audubon, comenzó a administrarse por sí misma y a desarrollar un intenso trabajo de protección, conservación, asesoría y educación ambiental.
Durante los 41 años de vida de la BAS muchas han sido sus actividades en pro de la naturaleza y muchas también han sido las viscisitudes que ha pasado, con crisis económicas, problemas políticos, amenazas de grupos de interés y los peligros inherentes a su objetivos, es decir los riesgos a las especies de fauna y flora, agua y ecosistemas provocados por el hombre o como resultado del desarrollo de este joven país cuando no se han respetado las normas y reglas de un desarrollo sostenible.
La BAS ha jugado un rol importante en el establecimiento de la legislación en la materia en Belice, habiendo contribuido y cabildeado para la promulgación de la mayoría de las leyes actualmente en vigor y que están a la vanguardia. Pertenece a la APAMO y se beneficia del PACT para beneplácito de su pequeño equipo permanente de empleados y su sede en la ciudad de Belice.
Actualmente, la BAS tiene a su cuidado nueve áreas protegidas: los monumentos naturales de Actun Tunichil, de Blue Hole, de Half Moon Caye y de Victoria Peak; los santuarios de vida silvestre de la Cuenca Cockscomb –ya refererida cuando hablamos del distrito de Stann Creek- y de Crooked Tree; los parques nacionales de Guanacaste en la ciudad capital y el de St. Herman’s Blue Hole por la carretera del Colibrí hacia Dangriga, asi como la reserva natural de la Montaña del Tapir.
De ellos se pueden decir muchas cosas, pero de los cuales puedo platicar con conocimiento de causa son el de Cayo Half Moon, el islote más oriental del territorio beliceño, en cuyas playas se ve primero el sol en las mañanas tropicales de Belice, a casi dos horas en bote desde Belize City. El cayo originalmente tenía la forma de una media luna, pero los huracanes y el tiempo le han cambiado la figura; ahí se instaló un faro, de hecho dos, pero el antiguo ya no funciona y es ahora una reliquia, para guiar a los navegantes. Este monumento natural fue la primera área protegida de Belice, cuando en 1928 el gobierno británico lo designó como Reserva de la Corona.
Es un santuario de aves entra las que destacan los Bubis, que tienen sus nidos y se refugian en los abundantes árboles y palmeras; por las noches su suelo se congestiona con cangrejos “ermitaños”, esa especie que cambia constantemente de caparazón conforme va creciendo y que es de los más atractivos crustáceos anfibios, de color cobre y rojo encendido. Haber tenido la experiencia de acampar –execepcionalmente- en Half Moon dos noches, a pesar del riesgo por la cantidad de cocos que caen, me dio la certeza de que la isla descrita en la película “La laguna azul” con Brooke Shields existe y es muy cercana a lo que debe ser el paraíso, que seguramente estaba en el Mayab.
Muy cerca del Cayo de la Media Luna, a 15 minutos en lancha, esta el Blue Hole marino, porque el terrestre, el de San Germán, es un tipo de cenote en un parque de la cordillera Maya. El “Agujero Azul” es un gigantesco hoyo de mil pies de circunferencia con mas de 800 de profundidad en medio del arrecife coralino. Es asombroso sumergirse en sus aguas oscuras, en las cuales a 2 metros ya no se ve nada; es un desafío para los buceadores y recuerda el respeto que le tenemos al océano. Practicar “snorkeling” en sus márgenes es una de las experiencias más inolvidables que uno puede tener.
Crooked Tree es un santuario de aves, localizado en una laguna, muy cerca de Belize City y a más de una hora y media de la frontera con México. Ahí puede uno admirar al mítico jabirú, ave de las grandes que fue tomada como símbolo del Banco Central de Belice, que no del país porque ese honor le corresponde al Tucán.
En fin que la biodiversidad en Belice es grande, como ingente es la labor de las organizaciones que luchan día a día por conservarla y educar a la población, como lo hace la BAS, la cual trabaja por crear un equilibrio entre la gente y el medio ambiente, a través de la concientización, pues como su directora afirma “…El mundo no nos pertenece, sino que lo tomamos prestado de nuestros hijos y seremos juzgados por el mundo que hereden.”H
Copyright 2010 Texto & Fotos: Hidalgo
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